SiCKO (2007) - Crítico del US Health Care System ...[versión en español]

domingo, 21 de marzo de 2010

En qué va H1N1 Flu?

La situación recogida hoy de voz oficial, internacional y de Colombia.

WHO:


CDC:




Colombia:
  • Más información oficial y pública de Colombia? ... Difícil de conseguir por esta época: el MPS instaló web especializada en http://www.podersobreelah1n1.com  que pretende cubrir el evento para el publico general. Poco dinámica.
  








domingo, 28 de febrero de 2010

Las razones para vivir, categorizadas informalmente.

Los temas como SICKO sirven también para recordar que los problemas en el individuo persisten. Y una reflexión simple escuchada con frecuencia,  como que la vida es solo 'un pequeñisimo instante de la eternidad', merece un comentario.

En fin, si como dicen hemos de morir algún día, tal vez sea mejor no saber cuándo sucederá; y como racionalizar a veces funciona, desde mi propio bote en la agitada mar haré el arriesgado ejercicio de categorizar posibles respuestas, sabiendo eso sí, que muchos por ahí han buscado y dejado alguna respuesta oportuna en su momento. Pero sí que hay razones!!  Veamos:

I) Razones serias por aquello de que lo light importa.
Caben en esta categoría razones como las que dan la religión, los grupos de algo, la ciencia, etc. En fin, con cosas como  la esperanza (mmmh... por lo que sea: finalmente, no se sabe cómo logra ser cierto aquello de que "la fé mueve mundos"), l@s amig@s reales, incluso aquell@s que por ahí andan y uno casi ni ve, pero que tercamente nos siguen y responden. Cómo saberlo!.  También está el querer saber qué es lo que viene en el futuro próximo por culpa o acierto de algunos pocos. Y sobre esto, una curiosa lista bajo el titulo de "Quince razones para vivir por los próximos diez años"  Ciencia ficción vs tecnología, para entretenerse].

II) Razones de humor llano y humor fino, porque habrá que volvernos serios algún día. Sobrarán palabras, abundarán vídeos.

III) Las razones del poeta, que sin duda también pueden ser las del músico y el artista, y que no siempre son de amor pero si de sentir la vida, por lo que algunos insisten en ponerla en riesgo.

IV) Los oscuros y tentadores motivos que no son de la razón, pero que por ahí andan. Esos que mantienes a menos de un click de distancia y que por eso siempre les olvidas. Los que te sonríen directo al corazón, por un atajo que solo tu conoces y que siempre dudas de compartir pero nunca criticarás.

V) Razones mas personales, incluidos sueños, proyecto(s) de vida, gustitos muy de uno, altruismos y todo eso de ayudar y relacionarnos con otros, vivencias, familia,...

VI) Existirán también razones más novelescas, increiblemente originadas en mezclas de amor y  desencanto: ira, pasión, odio, venganza, indiferencia,... [Bueno, ejemplos no tengo, pero los habrá sin duda y no solo en la literatura].

VII) Pero la principal categoría de razones para vivir,  es uno mismo, con sus virtudes, miedos y defectos, anhelos y desdichas, creencias y debilidades. Y la vida que se vive, con sus atribulaciones, sus causas justas y otras no tanto, libertades y restricciones, el caos que se te incrementa por epocas, lo profundo mezclándose imprudentemente con lo supérfluo, y lo inoportuno que parece siempre querer truncar la felicidad alcanzada. Por allí están el transcurrir básico del día a día, y hasta la aparente monotonía y soledad reinantes, que junto con los errores y "metidas de pata", resulta que tienen un sabor propio que también se disfruta.

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[Ojalá te sirva...]

domingo, 10 de enero de 2010

No tan alejado de la realidad Colombiana: Sicko

Salvo algunas evidentes excepciones de forma, creo que puede aplicarse mucho de lo denunciado en 2007 por Michael Moore en su film "Sicko" -del cual acotamos un video e esta pagina (desde Youtube)- a nuestra situación en Colombia. Sin ser lo ideal, quizá la posibilidad del ciudadano de apoyarse en el estado de ley a través de mecanismos como la tutela de derechos constitucionales vulnerados o en riesgo de serlo, con interesantes fallos en su favor, marque una gran diferencia pues corrige o al menos obliga continuamente a revisar mas a fondo la situación real del paciente frente a su Entidad administradora (EPS) y viceversa, en el marco del Sistema General de Seguridad Social. Sin embargo, la onda de privatizar y explotar en interés de algunos y detrimento de otros, seguirá un buen tiempo.
Un video interesante, sin duda, que alerta sobre los excesos que inevitablemente cobran víctimas.
OttoJ.

sábado, 23 de diciembre de 2006

Lecciones no aprendidas?
I. El brote de fiebre tifoidea en una ciudad intermedia (2003)

Durante el fin del año 2003, el sistema de vigilancia en salud pública de Tunja, una ciudad intermedia capital de departamento, detectó un brote de S. Typhi que dejó en clara evidencia la inexistencia de un proceso de verificación técnica y manejo en equipo de las emergencias sanitarias; a su vez, creó la necesidad de organizar de manera seria un sistema de vigilancia epidemiologica en salud pública mas real, menos centrado en la norma, y totalmente activo desde el punto de vista no solo de la investigación sino de la implementación de controles, donde el centro de la acción fuese la familia más que el individuo, y por extensión la sociedad local.

Pero, aparte del interés y curiosidad que se generaron en su momento, o de la preocupacion de los políticamente responsables, se ha avanzado en algo desde aquella época? La gravedad del evento sirvió de matriz para generar nuevas actitudes frente a la salud publica local?

Detectada la emergencia, y producto de un primer análisis por la oficina de vigilancia epidemiologica del municipio, fué localizada la zona del brote: en aquel momento se previó que un área extensa que comprendía cinco barrios, mas de 40.000 personas, estaba en riesgo real de enfermar dada la virulencia del gérmen, su capacidad de propagación y las condiciones socioambientales y de cultura local reinantes allí. Además existía la posibilidad de que el brote se propagase a otros sectores de esta ciudad de más de 200.000 habitantes, e incluso a poblaciones cercanas, producto de la movilidad natural de la población y estimulado por un inadecuado manejo de la información desde el nivel gubernativo.

Por ello, la implementaciòn de acciones propias de la investigación y acción epidemiológica, incluido el rastreo casa a casa, el cerco epidemiológico, la concentración en el área de fuerzas especialmente documentadas para el caso (promotores y técnicos del grupo de saneamiento ambiental, dos promotores de salud, una enfermera de la ESE municipal, el médico epidemiólogo, la policía y el laboratorio de salud departamental como apoyo), junto al monitoreo posterior del brote previendo aparición de nuevos casos, ofrecieron un panorama oportuno y acertado de contención que en otras circunstancias hubiese tenido graves connotaciones sociales y económicas para la ciudad.

Durante 8 dias en la zona cercada hubo decomiso de productos para consumo humano y alimentos con condiciones que se evaluaron como de riesgo para la salud, se hicieron requerimientos legales e incluso se efectuó el cierre temporal de establecimientos por evidencia de mal manejo de alimentos para consumo y de contaminación de los mismos; también se establecieron controles al expendio, que fueron efectivos en horarios atípicos, algunas veces requiriéndose el respaldo de la misma policía ante la resistencia de algunos expendedores. Por parte del grupo de salud se realizaron visitas a casos sospechosos detectados gracias a una encuesta previa hecha casa a casa dentro del un terreno que se definió con base en el análisis de los casos iniciales. Finalmente se informó de manera prudente a la comunidad afectada, que se mantuvo totalmente receptiva a las intervenciones. No se produjeron comunicaciones alarmistas ni se dió mayor difusión a la que se considero necesaria.

La vigilancia posterior no evidenció nuevos brotes ni se reportaron nuevos casos aislados en la ciudad, con lo cual treinta dias mas tarde se dió por finalizado el episodio generándose una serie de recomendaciones a la institución gubernativa orientadas especialmente al fortalecimiento de programas para el manejo adecuado de alimentos, y al control de expendios y productos (alimentos para humanos) en circulación. Se destacó el rol de notificador de una IPS privada, donde se detectaron la mayor parte de los casos iniciales, lo cual sirvió de motivador al resto de unidades y al propio Comité de vigilancia epidemiológica del municipio -COVE-, que vió cómo su pronóstico hecho en alguna reunión meses atrás, no estaba tan desfasado de la realidad.

Así, con anterioridad al evento, el COVE había advertido que las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAs) debían ser consideradas como una posibilidad real para el municipio, a pesar de no estar bien documentadas, suponiéndose que un buen número de ellas se clasificaron erróneamente como enfermedad diarreica sin mayor estudio. Se sugirieron entonces una serie de estrategias para enfrentarlas, las cuales lamentablemente se ignoraron y prácticamente terminaron no siendo implementadas.

Tristemente para el municipio -y para el propio COVE-, en un giro más administrativo que técnico, todo aquello trabajado y propuesto cayó pronto en el olvido. Con ello, el sistema de vigilancia retornó al punto del mínimo posible exigido por la norma -que es donde aún se mantiene, tres años mas tarde; no se desarrollaron las unidades notificadoras más allá del criterio de ser un 'recolector o informador numérico', y tampoco se pensó en mejorar o adoptar una metodología para enfrentar el riesgo presente y actuar de inmediato.

Conclusión
Con lo anterior, podría considerarse que la respuesta al primer interrogante queda resuelta: si hubo algún avance operativo y conceptual para el municipio en el tema de manejo de emergencias biológicas, el desfase entre lo administrativo y lo técnico significó, en términos de resultados, el desmonte de una propuesta de vigilancia e intervención, que si bien no es la unica posible, no fué reemplazada por otra.
Actualmente
el desconocimiento del nivel y tipo de riesgos, junto a la ausencia de una guia conceptual y metodológica adaptada, facilitan el que se incrementen en la población ciertos eventos no deseados sin que el municipio lo note oportunamente. De cierta manera, en cuanto al tema se refiere, el municipio retornó al nivel de una unidad que reporta sin generar acción(es) inmediata(s) hasta tanto no exista la orden de un ente superior para hacerlo.

Reconocemos con esto la respuesta al segundo interrogante: históricamente en el municipio muy pocos cambios se han dado a partir de sucesos graves de salud; surgen las explicaciones, ruedan algunas cabezas -no tan literalmente, claro-, y los que quedan en su puesto se comprometen al cambio. Con el tiempo, llega el olvido y con éste el perdón social. Como no se analiza, la historia tiende a repetirse, por lo que no es de extrañar que en este caso, la aparente falta de gravedad del suceso, y la no trascendencia en la población general -que sólo fueron dos productos esperados de un manejo acertado del evento y la información por la oficina de vigilancia en salud publica del municipio-, se sumen para que se adopte la postura mas fácil y no se mencione el tema ni siquiera en aspectos de planeación dentro del programa de vigilancia y mas extensamente dentro de los lineamientos de acción anual del ente encargado.

pero la siguiente pregunta sería, 'qué debe hacerse para subsanar esto?'.

Cuando se busca solución a este tipo de problema se piensa que de no actuarse inmediatamente, publicitando la acción con el fin de impactar la memoria colectiva y presionando al gobierno local por acciones más perdurables -del tipo de programas, por ej.-, no se logrará evitar el estrago de la amnesia colectiva y del oportunismo casual asociado. Y puede ser cierto, pero no es la única forma de ver el problema.


Para fortuna nuestra siempre existirá un pequeño colectivo que mantiene un bajo perfil, cuyo interés va más alla de lo insubstancial, que busca generosamente alternativas, y que no olvida lo importante de los sucesos; es a ellos a quienes debemos acudir en ausencia de una memoria institucional efectiva, pues su experticia y la vivencia de los problemas se enfocan a la solución, documentándola y rastreando otras alternativas, con el fin de proponerlas en el momento historicamente adecuado. Ellos son la memoria histórica a la que se debe acudir para el rescate de valores y preceptos que nunca debieran perder la vigencia social.

COVE: Estigmatizar menos y trabajar más.

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Crear sin desfallecer
Orientar mejor
Vigilar más
Entronizar menos? (Entremeterse más!)
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1. Preliminar

Ciertamente el Comité de Vigilancia Epidemiolóica (COVE) de Tunja no se ha desarrollado en tantos años -quizá como en muchos otros municipios e instituciones de salud de Colombia- ni ha podido generar la capacidad de discernir entre lo que es de interés público, lo que requiere intervención urgente, lo que hay que adaptar para dar cumplimiento, y lo que significa el catapultar acciones sin ton ni son.

2. La Experiencia Personal: el sistema de vigilancia en un municipio, capital de departamento (Tunja, en Colombia)

2.1. Sobre las actividades ante el COVE

Por el año 2003, se me permitió liderar y generar un marco de referencia para la acción en Vigilancia de Salud Pública, que terminó como producto con el trabajo integrado de los 17 representantes institucionales que en ese entonces asistian -un número pocas veces logrado por alguna convocatoria del COVE-.

Con ellos se definieron cinco temas críticos para que el municipio enfocara sus prioridades:
  • IRA (infeccion respiratoria aguda),
  • Infección por VIH,
  • Accidente Rábico,
  • EDA (enfermedad diarreica aguda) /ETA (enfermedad transmitida por alimentos), y
  • Suicidio.
Naturalmente se asignaron responsabilidades para continuar su desarrollo. Gran trabajo, pero con poco resultado al faltar la continuidad necesaria en los meses subsiguientes, terminando por ignorarse los contenidos en los años posteriores.

2.2. Las acciones de campo

De la misma forma, en las actividades de vigilancia asociadas, se pretendió involucrar otros grupos que en ese entonces trabajaban bajo la premisa de prevención de la enfermedad y promoción de la salud: quijotesca labor! De nada valió demostrar en la práctica la detección efectiva como sistema, que se diera la alarma oportunamente y se interviniera técnicamente p.ej. en cada uno de los distintos brotes que se presentaron:
  • Los de varicela en escuelas y centros de cuidado infantil, demostrando que no se requiere el cierre total del establecimiento con beneficio para los chicos y sus familias;
  • Los de hepatitis viral, en nucleos definidos, demostrando que las actividades de mapeo apoyan la prevención sobre barrios completos, y que el estudio puntual de casos puede ser necesario;
  • Las intoxicaciones via alimentos, donde la contención efectiva de un brote de salmonellosis (s.typhi) hizo evidente la importancia de un sistema bien implementado con respuesta y apoyo inmediato de grupos de control ambiental y de alimentos: en cerca de 50.000 habitantes, solo 29 casos se presentaron. El manejo que se dio al caso, silencioso pero efectivo, evitó el pánico poblacional y llevó a que se contuviera el brote en un solo punto de esta ciudad de mas de 200.000 habitantes.

Sobra decir que tambien estos eventos dejaron al descubierto debilidades y fallas importantes en el desarrollo del sistema de prevención y control sobre las personas y el medio ambiente. Poco a poco y a pesar de ello, demasiado pronto para mi gusto, el grupo así creado se desmontó por la misma administración que lo vió nacer, siguiendose desde entonces y hasta el dia de hoy, aquella vaga linea previa de trabajo individual, cuyas metas numéricas seguirán fuera de contexto y sin poder orientar un impacto real.

2.3. Resumen de la experiencia

Recibir un sistema de vigilancia que venia funcionando con unos parámetros mínimos de notificación y control, más gracias al entusiasmo del responsable de turno y a la presión que ejerce el sistema de vigilancia departamental, que como resultado de políticas municipales definidas, y luego volcarlo hacia el futuro a partir del desarrollo de un plan de acción integral centrado en tres ejes (diagnóstico permanente, intervención temprana y oportuna, y control de impacto y resultados), algo que la ciudad no conocía hasta entonces, resulta necesario mencionarlo aunque -como se dijo-, resultara efímero en la práctica.

Implementar este plan, que incluía el desarrollo de un importante centro de investigación en salud pública, el mejoramiento de la infraestructura de información, y la ejecución de más acciones de campo y menos de escritorio sobre áreas críticas de la comunidad (como docentes y padres de familia en escuelas y jardines infantiles, juntas de acción comunal, y con la misma gente en sus barrios), no fué ni es tarea fácil.

El uso de recursos como TV local, prensa y radio, sigue siendo algo importante pero definitivamente no lo único por hacer. La intervención directa en campo apoyada por un diagnóstico certero y dinámico, es en definitiva lo que hace la diferencia frente a los sistemas de vigilancia que se quedan con el mínimo exigido.

Por otra parte, si uno pretendiera medir el impacto de los millones de pesos invertidos constantemente en campañas y actividades de "educación y promoción de la salud" diseminadas sin dirección adecuada ni metodología real, y muchas veces hasta sin la vitalidad requerida, sólo encontraría reportes de "cumplimiento satisfecho" generados al alcanzar la meta numérica de "charlas y talleres" que quien sabe de que manera alguien identificó previamente como adecuada, estableciéndola sagazmente, y de manera inflexible frente a las evidencias de la realidad.

3. Conclusiones

Debe reconocerse que la integración entre programas de vigilancia epidemiológica y de salud pública, con aquellos de promoción y prevención, y los que promueven la atención del medio ambiente, es la clave del asunto.

Pero cualquier sistema de vigilancia, de promoción y atención a las personas y al medio, realmente es creado y desarrollado por las personas. Su fortaleza técnica y científica, su calidad humana, flexibilidad mental, capacidad para la improvisación bien entendida, el conocimiento de lo actuado, y la autocritica adecuada junto al deseo de mejorar el entorno y desarrollarse a sí mismas como actores, son atributos deseables en esas personas y viene a ser lo que realmente impacta en la evolución del sistema como tal, permitiendo que sus resultados tengan alto, bajo o ningún impacto para la sociedad que los vive, aunque se auto-califiquen de excelentes o muy buenos por indicadores mal concebidos.

Ignorar esto es pretender que nunca pasa nada y que cualquiera puede hacer la tarea; y si adicionalmente se le suman actitudes ya conocidas como la falta de interés o apoyo del gobernante de turno o su representante para el sector salud, junto a la ausencia de un control técnico real que mida impacto a mediano y largo plazo, la existencia del facilismo administrativo, y hasta el afán de figurar -entre otros vicios posibles-, tenemos un preocupante mapa local donde se debe desarrollar una actividad de responsabilidad social, sectorial y de continuidad para vislumbrar el control técnicamente llevado y el alto impacto siempre bien deseado.

Aquí es donde el COVE "COmite para la Vigilancia Epidemiológica", -tanto el institucional como el equivalente municipal-, entra a jugar su rol, perdido hace tiempo.

Su participación debe ser activa, su desarrollo dinámico y su juego limpio pero eficiente; debe reconocer que la fuerza de sus acciones está en lo organizado de su proceder. Bien concebido, puede ser el instrumento siempre deseado que apoye al gobernante de turno, asesorando al secretario de salud -o en otro nivel, al gerente de la institución- para que su plan de acción tenga una razón de ser adicional, y se revitalize.

Mientras esto no se dé, el resultado real seguirá saltando a la vista: un municipio que sigue con riesgos desconocidos en salud, acogiendo más población, y con una pobre respuesta a los problemas de salud pública que francamente nos mantiene vulnerables. Y no todo es por falta de plata...